jueves, 18 de mayo de 2017

Primer árbol que llevé a un taller: Pino de Monterrey (2ª parte)

Habíamos quedado en el primer taller y en el uso intensivo de la sierra con el pobre y viejo pino de Monterrey, de tal manera que de un árbol con bastantes ramas (gruesas, mal situadas y despobladas), restaba un tronco con interesante corteza y con cuatro ramillas que sería necesario colocar... en el siguiente taller si me quedaban ganas de acudir...



Y sí, fue al siguiente taller. Tenía curiosidad por saber lo que saldría de aquí. Como deberes, alambrar bien todo el árbol, es decir, casi aprender a poner alambre de nuevo y olvidar lo que hacía con anterioridad. Después de pasar por las manos de Luis Vila así quedó:



Y en diciembre lo pasé a una maceta de plástico más pequeña y ligera, algo que nunca volveré a hacer. Estoy convencido de que es mucho mejor emplear una de cerámica, aunque sea un poco más grande, pues el árbol tiene otra imagen y no se romperá con el tiempo y la intemperie, sobre todo en especies como los pinos, en los que espaciamos más los trasplantes.




De todos estos trabajos se recuperó muy bien, como corresponde a una especie fuerte como es el pino insigne, y en julio de 2016, desalambrado para evitar marcas no deseadas, ya tenía esta imagen, mucho mejor que la anterior:



Y que decir de su aspecto en octubre, antes de limpiar las acículas y de llevarlo por segundo año a los talleres en la Kingii Bonsai School (pero ahora convencido y encantado de acudir a ellos)



Tocó alambrar de nuevo y que el maestro colocase la vegetación. El cambio fue notable...



Y hace poco, a finales del mes de abril, una fantástica brotación mostraba la buena evolución que ha tenido este viejo pino. Quizá nunca sea una gran pieza, pero cuando lo trasplante a finales de este año a una maceta adecuada merecerá un lugar destacado en mi terraza, tanto por el largo tiempo que lleva conmigo como por la buena evolución que creo va a tener en unos años...




4 comentarios:

  1. pues a mí me gusta mucho ese pinito, por las fotos parece que la corteza es muy buena.
    la verdad es que después de ver tu anterior post tenía una gran curiosidad por ver cómo acabó definitivamente tu pino. el resultado me gusta mucho y me parece sorprendente viendo el material de partida.
    Un saludo

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    1. La corteza es muy buena, resultado de más de treinta años en maceta, y, la verdad, comparando el antes con el después el cambio ha sido notable... No lo hubiera pensado después de ver lo que cortó Luis, que me dejo "acongojado" jejejejjj
      Un saludo y gracias por comentar.

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  2. Una evolución muy buena de los dos post que has colgado. Estoy con Carlos, creo que se le está sacando todo su potencial.
    Enhorabuena!!

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    1. La verdad, al ver lo poco que quedó del pino al principio no pensé que se pudiese hacer nada con él, pero las manos de Luis Vila consiguen lo imposible. En unos años, con más densidad en la copa, creo que hará un bonsái decentillo y de una especie no muy habitual.
      Un abrazo.

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